Por Mónica da Silva
El primer revés.
Un nuevo revés cae por sorpresa ante la afición americanista, mal acostumbrada a un buen paso bastante constante que impidió tener presente que en este deporte, la realidad son los altibajos.
Es el duro ‘estrenón’ para Mohamed, mismo que le da una ‘probadita’ que la presión en América no es comparable con la de ningún equipo en la Liga MX y la atención mediática menos, por lo que cada victoria será mil veces más dulce y cada derrota, mil veces más amarga.
Bien dicen que cuando algo funciona bien, no hay que moverle y si el ‘Turco’ quiere continuar el éxito azulcrema, debe emular lo realizado por el ex técnico Herrera y pulir sólo detalles mínimos en el equipo.
¿Esto es posible, siendo que cada técnico quiere implantar su estilo, su escuela?
Difícil, pero al verlo desde fuera, sería el paso lógico a seguir. De lo contrario, se arriesga un equilibrio y una condición que costó trabajo adquirir.
Cristiano, balón de oro.
Jamás en la historia, desde mi punto de vista, ha habido un jugador tan amado u odiado e inmerso en una lucha polémica –también inédita- como Cristiano Ronaldo.
El portugués cae de repente en el síndrome Vicente Fox: cuando dice lo que piensa (que muchas veces es la realidad) pero que tal vez no era el momento o el lugar para decirlo. José Mourinho también era el rey de ese tipo de declaraciones.
En fin, este show mediático ha distraído -en la mayoría de su vida profesional- la vista al JUGADOR, y la gente se va con la finta de lo que lee en los medios o en lo que su calentura/corazón le dicta, si es que le van al equipo contrario o no saben leer entre líneas.
Pues bien, con el respeto que cada quien tiene para odiarle o amarle, yo admiro a Cristiano Ronaldo y creo que muchas veces se le ha tratado injustamente. Pero como americanista que soy, estoy acostumbrada a que el resto del mundo odie algo que yo quiero.
Habrá miles de americanistas que al leer estas mismas líneas me odien o dejen de seguir. Mi respuesta para aquellos amigos sería que las aficiones también son parte de un juego y que no vale la pena romper vínculos –ninguno- por una de ellas. Al contrario, en la diversidad se encuentra riqueza.
Desde aquí, parabéns Cristiano, merecido lo tienes, ‘comandante’.
Twitter: @monida
