Amargas sorpresas.
Bien dicen que al que más sube, más le duele caer.
¿Y es que realmente pensábamos que América tenÃa parque para enfrentar la liguilla?
En el primer partido, el equipo nos dio una sorpresa que recordó a más de uno la hazaña contra Cruz Azul. SÃ, esa que no se dio en maceta y que tenÃa de fondo el trabajo de un gran motivador.
Pero Torreón nos estrelló contra la realidad: un técnico que pareciera que hace los cambios al aventón, y que en la ida le dieron resultados de chiripa.
Con la vuelta, Mohamed demostró lo difÃcil que es que un técnico se resista a poner un planteamiento defensivo que cuide su resultado a favor, a pesar de que cualquier aficionado sabe lo riesgoso que eso puede ser.
Casi siempre los ratoneros la pagan, y con creces (excepto el mugroso Grecia contra Portugal en la final de la Euro 2004, espina que no me he logrado sacar de un sistema ‘contragolpista’ bastante feo, un tanto injusto pero a veces efectivo).
América pagó su pecado y aunque no se le veÃa para más, dio batalla. No fue suficiente; Santos es un local que históricamente ha sido y sigue siendo demasiado fuerte, además de que necesitaba proponer y lo hizo muy bien.
Para nada es un secreto que la afición está descontenta con Mohamed. Pareciera no entender que América prefiere perder 5-0 proponiendo y jugando a matar que cuidando un par de goles de ventaja.
La otra cara de la moneda es ponernos en los zapatos de la directiva: si esto sucediera en un equipo europeo, ¿realmente ya estarÃan buscando nuevo entrenador? No. Creo que en el futbol VIP, siempre apuestan un poco más a la continuidad y los técnicos duran más que 8 meses en la mayorÃa de los casos.
No estoy diciendo que esté bien o mal, sino simplemente soy empática con Peláez y sus secuaces, a pesar del desagrado con que miro al ex comentarista desde que lo escuché elegir a Chivas en vez de a las águilas.
Mohamed seguirá al menos un torneo más, sabiendo que es a manera de ultimátum, porque si algo sabe hacer la afición azulcrema, es presionar. Y aquà no es la polÃtica, aquà sà pasan cosas.
Twitter @monida